Gigabyte GeForce GTX 1050 Ti G1 Gaming
Una vez desembalamos la Gigabyte GeForce GTX 1050 Ti G1 Gaming, nos encontramos ante una tarjeta de dimensiones bastante compactas para lo que estamos acostumbrados a encontrar en el marcado, pues especifica 219 x 118 x 40 mm. Su diseño mantiene la estética habitual con el disipador WindForce 2X, el cual ofrece 2 ventiladores Blade de 90 mm.
En su lado externo, cuenta con 5 salidas de video digitales: DVI-D con una resolución máxima de 2560 x 1536 píxeles @ 60 Hz, DisplayPort 1.4 y 3 x HDMI 2.0b, soportando una resolución de 4096 x 2160 pixeles (4K) @ 60 Hz.
Mientras que en un lateral de la tarjeta solo encontramos el conector PCI Express 3.0 x16 para su conexión a la placa base, en el opuesto encontramos un conector de alimentación PCIe de 6 pines, lo que garantiza una entrega de potencia de hasta 150W (75W slots + 75W conector 6 pines), aunque su TDP es de 75W. Llegados a este punto, debemos destacar que no cuenta con conectores SLI y que por tanto no podremos realizar configuraciones multi-GPU con dicha tecnología. Sin embargo, en aplicaciones DirectX 12 compatibles con el modo MDA o el LDA explicito, será posible combinarlas para aumentar el rendimiento, aunque no se especifica cuánto.
Además, destacar que el logo de Gigabyte cuenta con iluminación LED RGB configurable por software, así como el logo Fan Stop que se encenderá con la gráfica en reposo indicando que los ventiladores están apagados a posta.
El lado posterior cuenta con un backplate de aluminio negro cepillado heredado de sus hermanas mayores, el cual ayuda a la disipación del VRM con un pad térmico.
Retiramos el disipador WindForce 2X de la GTX 1050 Ti G1 Gaming para posteriormente analizar mejor los componentes sobre su PCB. Este cuenta con dos heatpipes de cobre niquelado que quedan en contacto directo con la GPU, así como una amplia base de aluminio que refrigera las memorias. Todo el conjunto queda conectado a 3 radiadores de aletas de aluminio que no parecen demasiado grandes para el espacio disponible, pero tampoco pequeños.
Basada en el chip Nvidia GP107-400, la GeForce GTX 1050 Ti cuenta con 768 CUDA Cores (48 TMUs, 32 ROPs) a una frecuencia de 1290 / 1392 MHz en el modelo de referencia, pero Gigabyte la exprime hasta los 1366/1480 MHz obteniendo así un overclocking de fábrica de nada menos que 76/88 MHz (frecuencias Base/Turbo Boost). Es un overclocking realmente interesante, aunque todavía podremos exprimirla más.
A través de un bus de 128 bits, disponemos de 4 GB de memoria GDDR5 a una frecuencia de 7008 MHz (7.00 GHz) que se reparten en 4 módulos Samsung con 1 GB de capacidad cada uno y una frecuencia real de 3504 MHz.
Por último, destacar que la Gigabyte GeForce GTX 1050 Ti
G1 Gaming cuenta con un VRM de
4+1 fases con componentes de alta calidad que
auguran una gran estabilidad incluso bajo overclocking.
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