Puscifer

2015. Puscifer Entertainment

Puede ser difícil creer que formar parte de una banda emblemática que ostenta tanta libertad creativa como Tool sea, a largo plazo, una prisión para alguien. Pero para Maynard James Keenan, un hombre con demasiados intereses, cualquier tipo de barrera mental parece una condena. Tomarse todo en serio, incluyendo los mismos Tool (cosa que los fans de la banda aún no logran) no es algo compatible con Puscifer, una criatura nacida del espíritu travieso de Keenan, donde los discos pueden estar perfectamente en iTunes y Spotify sin romper ningún paradigma conceptual o arriesgarse a ser catalogado de vendido. Por la misma razón, Puscifer es no sólo un generador de canciones, sino que además una línea de ropa y una tienda, incluso con una ubicación física en Arizona, donde junto con discos, es posible obtener un nuevo corte de pelo, tote bags, o unas botellas de la propia viña de MJK, Caduceus (donde en sus instalaciones fue registrado también este nuevo trabajo).

Para Freud, en el humor, como en los sueños, el inconsciente escapa de las prohibiciones y puede expresar lo reprimido. Es, en definitiva, un espacio creativo. Un lugar que en “Money Shot”, algo así como “la toma crucial” (o aquél momento de un un film donde se alcanza el clímax) parece atestado de introspección, y de asombro por lo infinito (“siendo testigo de la majestuosidad”, reza el narcótico single ‘Grand Canyon’), en una especie de zona de confort, donde Keenan, junto a las armonías de Carina Round (que ahora pasan a ser imprescindibles, más que circunstanciales, sobre todo en la excelsa ‘Life Of Brian’) forjan paisajes avant-garde que supuran belleza (como en la granulosa ‘Galileo’, la compungida ‘Agostina’, y la cavilante ‘Smoke and Mirrors’), pero sin dejar de lado la arrogancia, entregada esta vez en dosis mínimas, tanto a modo de detalles siderúrgicos en ‘The Arsonist’ y ‘The Remedy’, como en la obtusa canción que da nombre a la placa, a modo de compromiso.

Cuando Keenan anunció hace dos años que estaba trabajando en su autobiografía, dijo que mucha gente no tenía idea de que él tenía una vida anterior a Tool, con muchos logros desconocidos, que lo llevaron a ser quien era. Y hoy, lo que alguna vez nació como una simple broma, parece exudar verdad (a pesar de que el arte de portada siempre nos diga lo contrario, como excusándose). No es menor que el término “Money Shot” provenga del universo cinematográfico, pues si de algo se trata este momento crucial de Puscifer, es de dejar en claro que, en la gran inmensidad, toda empresa es pasajera. Es el magnetismo del aquí y el ahora. A descorchar un buen vino (obviamente, sabemos cuál) y sentarse a contemplar.

Nuno Veloso

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